16 de octubre de 2009

Estar o no estar...


¿Estoy?, ¿no estoy?, ¿voy?, ¿vengo?... Últimamente ando algo sonámbula por la vida... hago cosas, que la mayoría de veces es por pura inercia, estoy con gente, pero no estoy; voy dando pasos y resulta que estoy caminando, que he avanzado un buen trecho, pero ha sido un cúmulo de ellos seguidos uno tras otro y en ningún momento quise caminar, no quise llegar a ese lugar y sin embargo estoy allí.

Quizás sea todo producto de no pararse; detenerse no está bien, dicen que, o te mueves o caducas; pero cuando te paras a ver donde estás, la mente te juega esa mala pasada de preguntarte; ¿por donde quieres ir?, ¿estás segura del camino que estás eligiendo?, ¿te lleva a donde quieres?. Y entonces te empiezan a dar los siete males, porque te replanteas todo, incluso lo que no tiene planteamiento.


¿Será producto del efecto garganta post largos días en cama?, ¿será una tontería?. Bueno, tampoco es todo tan analizable. Uff creo que dormiré más y pensaré menos, quizás sea producto del cansancio; pero esta sensación de estar perdida en medio de tanta gente, de tantas cosas, de tantos estímulos externos. ¿cómo se puede estar pérdida con tantas cosas pululando alrededor, en una ciudad de no sé cuantos miles de habitantes?


Contradictorio desde luego que es, pero ¿por qué es tan difícil que te llene la vida y lo que ésta tiene y te ofrece en ciertos momentos? ¿Inconformismo? No sé, es maravilloso disfrutar de los pequeños placeres de la vida, saber apreciarlos en toda su intensidad, saborearlos de verdad, porque te llenan de total y absoluta felicidad, entonces ¿por qué me siento así de perdida?. El querer más hace que pierdas muchas cosas y no valores otras. Quizás sea una desagradecida, sí, quizás o quizás no... ¿Que nos pasará mañana?... No lo sé, sólo sé que te amo!