11 de junio de 2009

Un día no tan cotidiamo...

Ese día estuvo lleno de sucesos más o menos interesantes, la verdad, puedo decir que fue un día divertido. Intentaré repasarlo.

Me desperté a las siete de la mañana, exactamente tres minutos antes de que sonara la alarma que había puesto a esa hora con el fin de dormir diez minutos más para compensar la noche anterior. Por la mañana tuve una crisis de bronquios, pero ya he aprendido a controlarlo (inhalador o pastillas), así que hice un previo calentamiento para poder entrar a la ducha coordinando la respiración… mientras me cambiaba, al otro lado de mi ventana me daban una serenata matutina dos aves, en realidad no se qué tipos de aves son… luego, antes de ir a mi trabajo, me puse a mirar el correo, en ese sentido me gustan los lunes, no sé por qué, pero es cuando más gente te escribe, me mandaron casi treinta mensajes, reconozco que no he contestado todavía más que cuatro o cinco, justamente los menos urgentes.

Aprovechando la mañana en el trabajo e innovar lo que tenía que hacer, a eso de las 13 horas y 30 minutos, salí a comprar algunas cosas que hacían falta en mi casa, cosa que llevaba apuntada en mi agenda como dos semanas, pero nunca me apetecía, ese día tampoco, pero me obligué… nada más al salir del trabajo, me encontré con un vejete que me dijo algo, que por estar con los auriculares no le pude escuchar… el caso es que el pobre señor estaba allí parado y no podía tirar la bolsa de basura porque no conseguía abrir la mano, total, tuve que separarle los dedos uno a uno y tirar su basura (atándola previamente, pues él no había podido)… me dio las gracias y me pidió perdón varias veces, no sé porque lo haría pobrecito!... y tuve que regresar a la oficina a lavarme las manos… salí con la intención de ir caminando hasta el Real Plaza, caminé toda la avenida Larco y corté x la avenida Fátima, en eso casi frente a la Iglesia Fátima, un tipo me preguntó algo, me preguntó si hablaba inglés y quería saber cómo llegar al paradero para ir a la Huaca del Sol y la Luna, le dije que no sabía; pero que si eran varios, a cuenta les salía coger un taxi… nos pusimos a conversar, era un grupo de italianos (me cayeron bien) que venían a hacer fotos para no sé qué trabajo de fin de carrera… pasa que no les entendí mucho porque luego estuvimos hablando en italiano y bueno mi italiano es limitado, hace tiempo que no lo practico… llamé a New Taxi incluso les di el número para que durante el tiempo que estén por acá, se pudiesen movilizar en ellos por seguridad, ya saben ustedes no?… pensé en llevarlos a tomar algo por la noche, pero recordé que tenía que terminar un trabajo y no podría… llegó el taxi y como todo fue rápido no nos dio tiempo a intercambiar números, tampoco lo intentamos… seguí mi rumbo, y gracias a los italianos me puse de buen humor sin necesidad de aislarme del mundo.

Ingresé al centro comercial Real Plaza y me dirigí a Plaza Vea... compré yogurt, leche sin lactosa, mermelada, jamón y queso para los sándwiches, fruta, verduras y unas cuantas menestras, cosas para mi aseo personal y cosas para la limpieza de la casa... y olvidé de comprar un escurreplatos, bueno no lo olvidé, lo hice a propósito porque ya era demasiado… cuando fui a pagar, se me enfrió todo, no encontraba mi billetera que estaba dentro de mi mochila, pensé lo peor; pero con más calma por arte de Dios, la encontré y regresó mi alma a mi cuerpo… de pronto no sé qué le comenté a la cajera y resulta que esta tipa estaba más distraída que yo, que terminó dándome vuelto demás… después de lo del viejecito, joder, qué movida… claro, le devolví el sobrante para que no se perjudicara.

Creo que hice bien mis compras, regresé a casa cargada de bolsas con lo necesario… calenté mi almuerzo porque ya era tarde, un poco más de las quince horas, me demoré mucho haciendo las compras… me duché, almorcé y me cambié rápido, porque a las dieciséis horas y treinta minutos tenía una reunión con un cliente para un nuevo trabajo, que para conveniente nuestra, le presenté y le gustó el previo que le habíamos realizado, y bueno, firmamos el contrato… estaba todo bien, digo, por las ganas que mostraba la gente al ver el video.

Luego de la reunión, que se extendió un poco más de lo que había imaginado, me fui a la Universidad Privada del Norte (UPN), mi ex universidad, había quedado con una amiga, Pia, para ver cómo íbamos a organizar un reencuentro de comunicadores; pero esta niña se demoró, para variar, la impuntualidad peruana… mientras, me encontré con unos amigos conocidos y otros no tanto, he hice hora hasta que llegara… luego fuimos a saludar al profesor Luis Eduardo, un tipo muy leído e interesante, al que todos, alumnos y ex alumnos apreciamos mucho… sólo unos minutos conversamos con él porque estaba con mucho trabajo… enseguida a buscar a Cristina, otra amiga, pero no la encontramos y bueno a quien encontramos fue a la profesora Bárbara, estaba con mucho trabajo; pero nos dio algo de su tiempo, salimos de la UPN a conversar mientras fumábamos un cigarro, a pesar de mis bronquios afectados… pues desde hace meses que está prohibido fumar dentro de la universidad, es bueno para los no fumadores, pero estresante para los viciosos… conversamos y conversamos y no sé de qué porque no me concentré en la plática, de vez en cuando daba luz de conectarme en la conversación pero luego otra vez me iba… vimos a esta profesora un poco cansada, por eso no le quitamos más su tiempo, le agradecimos por su ayuda y nos despedimos… al frente de la UPN, queda el centro de Postgrado donde trabaja Carla, otra amia, que pronto se casará, al fin con su amado de años, Eduard, la vimos, platicamos un rato y fugamos porque ya era tarde, además debía terminar un trabajo, que al día siguiente tenía que entregar temprano, les mencioné anteriormente no?, Pia me puso al día en el taxi de las platicadas sobre el reencuentro, mientras éste nos llevaba a nuestras respectivas casas…

Y bueno, dejo ya de desbarrar, que son casi las tres de la mañana y va siendo hora de ir a la camita, a dormir rico… ojalá que la reunión del rencuentro se realice y todo salga bien… pues hasta donde yo sé, la gente está pilas.