Hace, pongamos, quien me ha visto y quien me ve. Es la decadencia absoluta. Es el fin. O, como mínimo, un síntoma inequívoco de envejecimiento. Este camino conduce directamente a los Indios Tabajara. Tal asociación viene justificada por el ejemplo de uno de mis progenitores, que solían poner un disco y a continuación el otro. Y si no lo hacían, estoy segura de que alguna vez pensaron en hacerlo. Lo que sí recuerdo claramente es a mi padre cantando "muñequita lindaaaa, de cabellos de…" y a mi madre "cachito, cachito mío, pedazo de cielo que Dios me dio".
Lo peor no es que ahora me ha dado por escuchar algunas de esas canciones, lo peor es que en esas letras romanticonas siempre hay alguna frase que me produce reacciones extrañas que para qué detallar aquí.
Es que últimamente ando a flor de piel. Y no creo que se deba a las evocaciones de mi infancia. Es mi madre, se fue. Comprendo que es duro, que puedo cansar, agobiar, pero así, de repente, Jorgelina, se fue. Uno da por sentado que las cosas son como son y se olvida de que cambian. De que la gente va y viene. Nos olvidamos de eso y actuamos como si ellos fueran a estar siempre ahí. Y en vez de dedicarles tiempo, lo dejé para después. Luego me arrepentí de lo cenutria que fui por no haber aprovechado el momento. Y encima, batiendo récords de egoísmo... Y luego uno recién se preocupa de sí mismo, del vacío que quedó en nuestra vida cuando esa persona se fue.
Cómo una persona puede hacerse un sitio en tu vida sin que te des ni cuenta. Y cómo duele que se vaya. Sé que es una estupidez decirlo, pero a veces uno piensa que más valdría no haber conocido a alguien y, en general, que para qué implicarse en cualquier tipo de relación. Después, si miras atrás y ves la cantidad de buenos momentos, el absurdo se vuelve mayor todavía, pues ¿por qué tiene que quedarnos el sabor amargo al final?
Y lo de hurgar en la herida escuchando la música que está directamente relacionada con esa persona debe de estar catalogado en algún apartado de la rúbrica "masoquismo".
Pero en fin, si no va a estar tan lejos. Perú-el cielo ¿miles de millones de kilómetros? ¿Qué es eso hoy en día? Un tiro de piedra. Y a ver si logro catapultarme de vez en cuando.