24 de marzo de 2010

El agua es vida...

Para despejarnos y votar un poco el alcohol que aún salía por cada poro de nuestros cuerpos, debido a una noche de copas. Decidimos emprender un recorrido por los alrededores de Cascas, entre viñedos de uva, ríos, cerros, etc. Pues esa es la idea cuando uno viaja a lugares de paisajes naturales.

De sol tan abrasante porque no hubo nube alguna, el cielo completamente despejado y azul. Era el típico cielo serrano. Caminamos y caminamos por muchos lugares y tanto era el calor que la gente quería meterse a un río. Un amigo nos dijo que siguiéramos el río rumbo arriba, que por ahí habían pozas de agua. Seguimos caminando como diez minutos más y encontramos una poza grande, de agua cristalina y muy fría. La gente se emocionó, y sin pudor alguno los chicos se despojaron de sus ropas quedándose tan solo en ropa interior y se lanzaron a la poza de ese río tan refrescante y preciso. Nosotras las chicas no habíamos llevado ropa de baño, teníamos muchas ganas de disfrutar del agua como nuestros amigos lo estaban haciendo, quienes nos decían que nos metiésemos como ellos, total es igual como si tuviésemos ropa de baño. Tanta fue la algarabía y el calor que terminamos haciendo lo mismo que los chicos. A lanzarnos como lo habían hecho ellos. ¡Oh my God!, el agua estuvo increíble. Nadamos, jugamos a ahogarnos, resistencia bajo el agua, nos dejábamos que nos arrastrara la corriente del agua. Según nosotros queríamos coger algún pez que pasara por entre nosotros; pero como sabrán, je je, es un poquito difícil pescar con la mano en aguas corrientes, etc... Tan rico estuvo aquel momento que nadie se percató del tiempo. De pronto una amiga dijo que tenía hambre, vimos la hora y sí, era muy tarde. Seguimos por un rato más y luego salimos de la poza tan espectacular, esperamos unos minutos más para secarnos bajo el sol, y nuevamente rumbo al pueblo.

En lo que regresábamos, unos agricultores que pasaban por ahí, nos dijeron que tuviésemos cuidado, porque habían serpientes, era zona de la serpiente Sancarranca. ¡Joder, serpientes, que miedo, no! Ya moría de solo imaginarme verlas, miraba por todas partes y en especial por donde transitaba, estaba muy agreste, lleno de hierbas y maleza que tupía el camino. De pronto con toda esa locura de las serpientes, recordé a una amiga que está estudiando su doctorado en España, precisamente en Granada. Estudia a todos los animales posibles o algo así; pero mucho más a las serpientes, le encantan, eso es lo que me dijo, y tiene muchas fotos con muchas serpientes, que cuando veo sus fotos con estos seres tan desagradables para mi, incluso ahora que solo estoy escribiendo, ya se me eriza la piel… y bueno, pensé que si estuviese con nosotros, tal vez al escuchar lo que dijo aquel agricultor, estaría feliz y hasta buscando ese famoso y temerario reptil, o sabe Dios qué haciendo, pues es una chica aventurera.

Lo cierto es, que a pesar del susto lo pasamos mejor que nunca. La naturaleza es hermosa. Cascas no es del todo fea. Se podría decir que el pueblo un poco, sí; pero sus alrededores son muy bonitos, porque hay gran vegetación, agua y mucho sol.

Así que si tienes espíritu aventurero y ganas de darte una buena bronceada, caminar, comer rico, disfrutar de la naturaleza en general, pues ahí te espera aquel pueblo llamado Cascas, a mil metros sobre el nivel del mar y a tres horas de la ciudad de Trujillo.

18 de marzo de 2010

Hay esperanzas...

Luego de 2 años que regreso a Cascas, la ciudad del vino y la uva, la ciudad del sol, etc. Pero más que ciudad parece un pueblo, una comuna o una comarca. No parece la capital de una provincia.

Lo básico de ropa a la mochila y lo mismo con mi neceser. Enrumbé a la agencia Tour Cascas y compré mi pasaje, aunque tuve que esperar una hora y media porque no sabía los horarios de salida a Cascas.

Decepción total y conformismo por parte mía y de las demás personas, ¿por qué? Porque el bus que nos transportaría estaba sucio, los asientos no tenían cinturones de seguridad, algunos ni se reclinaban y ciertas ventanas ni podían abrirse. Las llantas estaban gastadas. En conclusión, el bus era reviejo; pero gracias a Dios llegamos bien. Aunque a veces pensaba, “si así está por fuera, cómo estará por dentro: el motor, los frenos, los cambios, la dirección, etc.; qué miedo, ¿verdad?

Los primeros quince minutos viajé con el asiento de mi costado libre; pero luego en una parada obligatoria que hacen los buses, la gente empezó a subir y a llenar el bus. Algunas personas ya habían adquirido sus pasajes, mientras que otros buscaban asientos vacíos (la informalidad en mi país es muy grande y es uno de las tantos problemas del Perú)… de pronto una señora de unos 50 años aproximadamente, delgada, de tez blanca pero bronceada por el sol, me pregunta: “señorita, ¿está ocupado este asiento?, la miro por unos segundos y dándole pase para que entrara le digo, “está libre señora”.

De pronto nos pusimos a conversar durante todo el viaje, que duró aproximadamente dos horas y media… la señora se llamaba VM, es casquina como yo. Cuando tenía 24 años, hizo un viaje a la ciudad blanca, Arequipa, se enamoró de un cusqueño, se casó y fue a vivir a Sicuani, Cusco. Tuvo cinco hijos y con su esposo estuvieron trabajando en la panificadora de su nueva familia, le fue bien por un tiempo; pero como en la mayoría de familias, por las envidias la próspera familia de VM tuvo que salir de Sicuani. Al verse en la nada, tuvieron que regresar a Puente Moreno, Cascas. Ahí se volvieron agricultores, mayormente de arroz. Lucharon por mucho tiempo para darles lo mejor de sus posibilidades a sus hijos. Luego de diez años, su esposo muere de un infarto fulminante. V. por mucho tiempo tuvo que vérselas sola y trabajar más que nunca para su familia, porque sus hijos crecían más al igual que sus necesidades.

Esta señora, volvió a encontrar el amor y de ese nuevo amor tiene dos hijos más. Hace unos años, el mayor de todos dejó de estudiar y prefirió trabajar para de esa manera ayudar a sus hermanas, pues de los siete hijos cinco son mujeres. Su sacrificio valió la pena, porque sus hermanas ya son profesionales y están trabajando, por lo tanto ya están ayudando a su querida y sacrificada madre.

JC trabaja y estudia en la universidad, pronto será un profesional, un ingeniero mecánico. Su madre está más orgullosa que nunca de su querido hijo, de su primogénito. Pues apostó y confió en su hijo quien para nada lo está defraudando.

Al despedirnos, me dio mucho gusto saber y ver que gente tan humilde y tan cerca de nuestra realidad es más peruana que nunca, luchan para salir adelante, se proponen y lo consiguen. Qué lindo ver una realidad tan compleja y tan esperanzadora a la vez.

No todo está perdido. Ese es el Perú profundo. Su gente de alguna u otra manera tratan de salir adelante; pero aún falta el apoyo de nuestras autoridades. Se podría decir que poco a poco el Perú sale adelante y gracias a su pueblo, aunque sería más lindo y efectivo si marcháramos de la mano junto con nuestros representantes.

No todo está perdido, hay esperanzas, sólo hay que perseverar porque el que persevera alcanza.

5 de marzo de 2010

Lenguaje de señas...

Hace unos días estuve en casa viendo q trabajaran bien el acabado de un techo de un cuarto en el tercer piso q lo hicieron mal los anteriores maestros de construcción… bueno, en realidad no es que estuviese a mi monitoreo, papá también estuvo ahí, pues en realidad esas son cosas que entienden más los hombres, y yo como que estaba un poco perdida porque me hablaban de caídas, codos, canaletas, conexiones de cables, fierros, arena, cemento, etc. Cosas que en realidad a mi no me interesan.

El caso es que uno de los asistentes, no me di cuenta hasta el segundo día de trabajo, era sordomudo, mejor dicho, es sordo pero sí puede hablar, o sea, no tiene ningún problema en las cuerdas bucales; pero como desde pequeño fue sordo nunca aprendió a hablar ni a generar los sonidos… y bueno, pensé, claro, ahora entiendo porqué no me respondía bien cuando le decía o le preguntaba algo… que idiota fui, verdad?

Me causó bastante curiosidad, puesto que nunca he tenido un conocido, o un amigo o contacto alguno con un sordomudo… en su hora de descanso del tercer día nos pusimos a platicar, mejor dicho gesticular y nos fuimos entendiendo cada día mejor. Él no sabe comunicarse a través del lenguaje de señas; pero si uno le hablaba despacio podía entendernos. Cuando quería hablar emitía unos sonidos como si fuese un bebe grande, a veces tan fuerte que daba un poco de temor, por supuesto que èl no sabe lo fuerte de su voz.

Es interesante pero estresante comunicarse con una persona sordomuda puesto que no sabes su idioma. Pero debe ser fascinante aprenderlo y comunicarse. Me recuerda a una serie gay que transmitían en el canal Sony, pues la protagonista tuvo que aprender ese idioma ya que su novia era sordomuda. Y la verdad que aprendí algunas de esas señas como: te amo, te odio, tú y yo unidos siempre, fuck you, ya no estarás sola, me voy, y una que otra más como los días de la semana y los meses… demasiado rápidas las señas para la agilidad de mis ojos je, je, je…