Navidad y Año nuevo, las festividades más esperadas por la mayoría de los cristianos. Diciembre, mes en que más que nunca las compras y gastos aumentan se triplican. Comprar regalos para los amigos y la familia, siendo los más pequeños quienes disfrutan más.
Pero en realidad, ¿somos conscientes de lo que celebramos o lo que representa la Navidad?
Ahora, en este mundo tan frívolo o tan banal y pasajero; pero por supuesto que no somos conscientes. Solo esperamos la navidad porque vienen los días feriados y alertan o avisan que ya estamos a una semana de empezar un año nuevo y por ende en algunos países empezarán las vacaciones y verano, o simplemente para otros, tendrán un feriado largo.
Hasta hace casi dos años, mi madre amada, quien ya se encuentra en el cielo, para Navidad, no nos obligaba; pero sí nos decía que vayamos a la Iglesia a escuchar misa. Por supuesto que no todos íbamos, pero ella era feliz con que nosotras, sus hijas, sí estuviésemos en misa con ella y papá. Hoy en día, solo papá es quien va a misa. El resto de la familia, está más preocupada en envolver los regalos y en preparar la cena.
Doce de la noche del 25 de diciembre, hacemos una pequeña oración recordando el Nacimiento del Niño Jesús y también agradeciendo que aún estemos unidos y con salud estable. Nos saludamos con un fuerte abrazo, brindamos y repartimos los ansiados regalos. Luego disfrutamos de una rica cena navideña, preparada por mi cuñada, la mayor de todas. Mientras voy cenando empiezan los mensajes y las llamadas al móvil de la familia como de los amigos.
Los más pequeños, emocionados por recibir sus regalos, caen rendidos de sueño, mientras nosotros los más grandes, disfrutamos de un buen vino tinto y otros de un buen pisco con hielo, y como en toda navidad, recordamos momentos tristes y alegres. Esta vez fueron más alegres, porque ya nos hicimos a la idea de que mamá, el amor más grande de la familia, no estará más con nosotros, pero sabemos que está en el cielo cuidándonos.
Navidad, es momento en que las familias tratan de estar más unidas o mejor dicho tratan de reunirse. Aquellos familiares que están viviendo en diferentes ciudades o países, hacen hasta lo imposible por llegar a tiempo y reunirse. Más que nada en los hogares católicos y cristianos. Digo esto, porque Navidad, quiere decir, “Nacimiento del Niño Jesús”, y somos los creyentes quienes más celebramos esta fecha. Cada uno a su manera, con poca fe o mucha fe, o simplemente como una costumbre.
La Navidad debería de ser todos los días, no por los regalos, sino por el amor y cariño que en esta fecha nos deseamos. Y porque aparentemente, los hombres están más sensibles y son más caritativos con quienes más lo necesitan.