23 de marzo de 2011

Agobiada de lo irreal...

A veces me pongo a pensar en toda la gente que me cruzo cuando voy a mi trabajo, o cuando voy de viaje o simplemente cuando camino por alguna calle de alguna ciudad. Todos los días miro a la gente, cuando voy en taxi, y aunque no quiera suelo fijarme en la mayoría de los coches que me adelantan o en los de al lado cuando paramos en el semáforo, y que son pocas las veces en que es verde. Bueno, eso de mirar a la gente no es tanto así, porque muchas de esas veces mis endorfinas me hacen volar y miro pero no miro!… y en ese ir y venir pienso que quizás ellos sean más felices que yo, pues algunos parecen que lo tienen todo… una casa, un coche nuevo, caras de felicidad a las 8 de la mañana, y algunos ya fumándose el primer cigarrillo del día.

Y es que nunca nos conformamos con lo que tenemos, siempre nos gustaría tener más, y quizás esa persona con coche nuevo no tiene porque ser tan feliz como parece. Por ejemplo, a mí, muchas veces me pasa que no se expresar bien mis sentimientos y la gente piensa que tengo una vida estupenda y que siempre estoy contenta; pero cuando llego a casa y enciendo el televisor, me enferma todos esos anuncios que nos intentan vender totalmente una irrealidad. Como el spot de coca-cola “Hay razones para creer en un mundo mejor”, o que el “Perú pone”, o el spot de Saga falabella “Hot – this is the life”, etc. etc. Nos intentan vender una vida fácil, y sin preocupaciones… También me cabreo cuando veo las noticias, ¿a dónde vamos a llegar con tanta gente mala en el mundo?

Los casos de los niños violentados, ultrajados o violados, han llegado a afectarme demasiado, cada vez que sale una noticia de ese tipo por la televisión se me ponen los pelos de punta, y por ahí ha caído alguna que otra lágrima de impotencia. Podría haberle pasado a alguien de mis sobrinos, o a cualquiera de mis conocidos.

Luego, todos los casos de maltrato a las mujeres… y me vuelvo a hacer la misma pregunta, ¿a dónde vamos a llegar? Es increíble el número de mujeres muertas en un año por maltratos de sus parejas, o sus ex parejas. Increíble. Creo que ninguna mujer tiene que morir así, y menos en este tiempo. Cada vez que veo un caso de esos por la tele, pienso “lo que ha tenido que sufrir esa mujer”. Y al final los culpables, no cumplen todos los años impuestos en la condena, y por no decir que hay muchos que ni cumplen condena alguna.

¿Y cuando muere alguien famoso?, que con todos mis respetos en paz descanse. Se crea un producto mediático increíble, por alguien que no hemos conocido nunca y que solo lo hemos visto a través de nuestra pantalla del televisor, en el cine o en las revistas.


¿Qué hay de todos esos niños que se mueren cada día en nuestro tercer mundo? Ellos también tendrían toda una vida por delante y nosotros no pensamos ni un segundo de nuestros días en ellos, en lo mal que lo pueden llegar a pasar. Lejos de eso nos enfadamos porque no funciona el ordenador, o porque nos perdimos nuestra serie favorita, o porque no saldremos a divertirnos un fin de semana, o porque no podremos hacer ese viaje por culpa del trabajo… puros pretextos estúpidos.


No quería acabar haciendo una crítica. Pero yo también vivo aquí, en esta sociedad hipócrita y poco real, que a simple vista es superficial y egoísta. Y nos olvidamos de las cosas que realmente importan.