De Lima volamos a la Habana, Cuba. Estuvimos en la tierra del comunismo diez días. En La Habana, un día allí es suficiente para ver lo que hay que ver, que no es más que los lugares históricos de los alzamientos de 26 de julio, el asalto al Moncada, El Capitolio y demás. Merece la pena por su valor histórico, y por su condición de “capital del caribe”, es la ciudad más caliente de Cuba, pues hay fiesta todas las noches, aunque la gente es más pobre; pero “feliz”, eso nos decían.
Sin embargo lo primero que nota el turista es el acoso de los “pastrulos, jineteros”, ese nombre no se le da solo a las putas, también a ellos, o a cualquiera que intente sacar provecho de los turistas ofreciendo algo ya sean puros, ron, guía, chicas o lo que sea que te puedan vender. Existe un problema muy grande en Cuba ahora mismo para el turista, y es que la diferencia económica es tan grande, que cuatro pesos que te puedan sacar para ellos es una fortuna. Existen en Cuba dos monedas, el peso moneda nacional, para los cubanos, y el peso convertible cubano, para los turistas en relación de 25 a 1 a favor del cubano convetible, el sueldo medio, por lo que nosotros pudimos averiguar es de entre 20 y 40 Cuc mensuales (unos 64 a 140 soles). Así que se mueve un mercado negro alrededor de los Cuc que es impresionante. Por eso llega a ser agobiante el ritmo de ofrecimientos de servicios de todo tipo por la calle; -Taxi señor?, - habanos?, - un paladar (restaurante), rico, barato, con langosta y camarones?, – Hola mami, me puedo sentar aquí? (imagínense)… te la pasas – No gracias; - no, está bien gracias; – no quiero gracias; – no necesito; - ya tengo y bla bla…
Lo peor de todo sin embargo es que no puedes establecer una relación normal con la gente, porque nunca sabes si están siendo amables contigo porque son así, o si van a intentar sacarte algo después por algún lado. Es una lástima, porque se piensa que la gente de Cuba es una gente encantadora, de muy buen humor, amable, con la que podrías platicar un buen rato. Pero es muy difícil sentirte al mismo nivel si no es alguien que hayas conocido por algún otro lado (familia, estudios, trabajo….)
Desde La Habana, después que conocimos su Catedral, Museo, el Morro, el Malecón, Basílica San Francisco y paseamos por sus plazas y calles, transportándonos a los años 50? Con unos mojitos demás. Cruzamos casi todo el interior de Cuba. Paramos en Bayamo un rato y dormimos en Camaguey, una ciudad que nos pareció muy linda, mucho más cuidada que la media cubana, tranquila. Ahí comimos en una pizzería italiana que por lo bien puesta que estaba, decoración y todo, bien podría haber estado en cualquier lado de Lima.
Después fuimos a pasar unos días a la playa, a Cayo Coco, a un hotel de estos de pulserita y todo incluido. Pero en los días que estuvimos no pudimos tomarnos ni un mojito porque no tenían hierbabuena, increíble, no?... es como si fueses a Perú y pides un pisco sour y te dijesen, no hay limones, ja ja ja. Nos intoxicamos con algo que comimos a mi me dio hasta 39 de fiebre, tenía el agua estancada que daba asco entre recepción y el buffet y yo, plop!.
Fue lo que menos me gustó de Cuba. Además que casi ni es Cuba, porque está separado de la isla principal por un paso que han hecho para vehículos, y a la entrada del paso hay un control, si eres cubano necesitas demostrar que trabajas ahí o que tienes una reserva hecha para poder pasar, increíble. Pero eso sí, la arena muy blanca y el agua muy turquesa. Alucinante!, igual que todo el Caribe.
No sé si subimos o bajamos, pero recuerdo que nos decían, “bajaremos a la costa caribeña”. De ahí hasta Trinidad, un pueblo muy bonito, restaurado en gran parte y totalmente recomendable, además, aunque es bastante turístico se puede estar medianamente tranquila sin que te atosiguen. Tiene cerca una playa bastante bonita y por la noche hay música cubana en una zona empedrada. Otra cosa que tiene Cuba es que hay música por todas partes, y muchas veces es en vivo, pero cuando no siempre hay alguien escuchando un disco o la radio, música, música, músicaaaa.
También nos dimos una escapadita de un día a Cienfuegos, a 80km, a la que llaman La Perla del Sur. Una plaza preciosa y una punta que se adentra en la bahía es todo lo que ví, pero realmente muy bonito.
Nuestra última escala antes de volver a La Habana fue en Santa Clara, ciudad sin ningún atractivo más que el mausoleo del Che Guevara. Lo enterraron allá después de encontrar su cuerpo en Bolivia porque fue allí donde tuvo lugar la batalla definitiva con que lograron derrocar a la dictadura de Batista, con unas columnas comandadas por el Che. Pero si no vienes a ver eso no merece la pena que pasen más de unas horas, no es ni bonita de día ni activa de noche.
Hay muchas más cosas que escribir sobre Cuba, pero debí haber ido poniéndolas según iban sucediéndonos a lo largo del viaje, sin embargo la comunicación con el exterior en Cuba es mala, cara y lenta. Una llamada internacional te sale a unos 20 soles, el minuto! y el Internet es más lento, y si lo encuentras y funciona. Es un milagro!, je je
Luego en el famoso Varadero, playa sol y arena… es una de las mejores playas en el Caribe. aguas cristalinas de arena blanca. Muy concurrido por turistas extranjeros y también locales. Hay muchos hoteles por lo que uno tiene muchas opciones para elegir la que se adapte a nuestras necesidades y presupuesto de modo que nuestra estancia fue inolvidable.